[EDITORIAL] Acto consciente
Nuevamente el país se dirige a las urnas este domingo para atender el centenario asunto del estatus político de la isla. Quizás para algunos el tema no sea prioritario. No es para menos, habida cuenta de que tenemos problemas de mayor urgencia como la deuda pública o el crecimiento económico del país. Tampoco en Washington parece haber ambiente para acoger los resultados, si es que la determinación del pueblo es a favor de la anexión a Estados Unidos.
Sin embargo, el llamado a las urnas siempre es la mayor expresión de los ciudadanos en un Estado democrático. Por eso, indistintamente de si usted interesa votar por una u otra fórmula de estatus o si entiende que su sentir se expresa mejor mediante el boicot, lo importante es que sea un acto consciente en el que como ciudadano deje saber su opinión.
Este proceso no debe pasar por debajo de la mesa. Miremos lo sucedido en Inglaterra hace apenas un año. Un referendo que no debía tener mayor impacto para el Reino Unido, pues no era vinculante ni se anticipaba una victoria a favor de salirse de la Unión Europea, terminó siendo el inicio de un proceso que podría cambiar todo el espectro económico-político de esa región. Las personas mayores, quienes usualmente son los más que participan de estos eventos, se desbordaron en las urnas expresando su deseo de que el Reino Unido abandonaran la Unión Europea. Con un voto mayoritario, el gobierno no tuvo más que encaminar esa decisión democrática.
No es el interés de este medio empujar hacia una u otra fórmula de estatus. En Puerto Rico, el que más o el que menos tiene claro por cuál de ellas se inclina. Mas es importante que cuando la decisión finalmente se tome, sea de manera consciente, conociendo las implicaciones a favor y en contra. El llamado es a que usted participe, ya sea votando, o no asistiendo, pero como acto consciente de que deja en manos de los que sí vayan la expresión de hacia dónde debe dirigirse el país.
Si bien el tema del estatus político es importante y debemos darle la atención que amerita, es menester mantenernos atentos a todo lo relacionado al presupuesto del país, pues ese ese el que de manera inmediata afectará las vidas de todos los puertorriqueños.
Por ejemplo, esta semana vemos cómo la reducción en el dinero disponible de los muchos puertorriqueños debido a los recortes en nómina y gastos del gobierno afectarán los ingresos de los supermercados. De igual forma, los municipios en busca de atender el millonario tema de los desperdicios sólidos han comenzado a buscar novedosas formas de costearlo.
El programa Iniciativa Naranja, que comenzó ya en Cabo Rojo pero podría replicarse prontamente en los cerca de 12 municipios que con contratan con ConWaste, es una alternativa interesante pero que debe evaluarse profundamente. Para empezar este tipo de estrategia, como ocurre con la eliminación delas bolsas plásticas, debe ir acompañada por un proceso educativo a la comunidad para que puedan ser exitosas. Además, debe existir un monitoreo constante de las agencias protectoras del ambiente para evitar la proliferación de más vertederos clandestinos ante la incapacidad de algunos de pagar el costo de las bolsas naranja.
Este es momento también para que busquemos nuevas alternativas de reciclaje. En Puerto Rico por ejemplo de desecha una cantidad increíble de envases de vidrio que terminan en los vertederos pues aquí no hay quien lo recicle.
Las crisis traen transformaciones, maneras nuevas de hacer las cosas. Si nos empecinamos en seguir haciendo las cosas como antes nos estancaremos. Pero si miramos estos retos como posibilidades de mejorar y los atendemos con rigor y responsabilidad, podemos trazarnos un futuro de mayor esperanza.
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